Pequeñez
Soy pequeña en estatura y la enfermedad me acompaña desde mi niñez. Pero confiar en Jesús es saber que lo que parece imposible es posible, que lo
pequeño se transforma en grande y la fragilidad en fuerza.
Sin magia, sin truco, porque es Dios quien mueve tu corazón.
Conocerte, saber quién eres es saber dónde está tu fuerza, esa que nada tiene que ver con lo físico. Tu fortaleza y tu grandeza residen en tu corazón, en tu autenticidad. En la capacidad de amor infinito hacia ti y hacia los demás.
No dejes que los estereotipos, ni los prejuicios decidan tu vida. A veces no encajamos en la forma de mirar al mundo que otros tienen, pero es eso: su manera de mirar.
No dejes que eso se convierta en juicio, no dejes que eso te frene.
María Rivier recibió muchos “NO” porque desconfiaban de su forma física, de su pequeñez, no supieron ver la fuerza de su interior y ella se lo
demostró.
Ofrece formas nuevas de mirar y serás esperanza para otros.
Confía, ama y todo será diferente.
Lc 10, 21
1 Co 2, 1-5