Virgen Santa
María Rivier sintió la necesidad de expresar su absoluta confianza en María de forma visible y permanente, y por eso hizo grabar en las puertas de sus comunidades esta frase: “Virgen Santa, cuida tu casa”, que nos recuerda que somos sus hijos y que es nuestra Madre protectora.
Somos casa que acoge, que protege, que cuida, mas allá de las piedras y de los edificios. Son los corazones los que crean hogar, los que dan vida, los que se consagran.
Hoy grabamos en nuestras almas de manera visible que María lo es todo para nosotros, que con ella caminamos de la mano y que todo es posible cuando es ella quien guarda nuestro corazón.
María, cuida tu casa.
Jn 19, 25-27
1 Co 3, 16-17