Los pobres
El compromiso con los pobres marca la vida de María Rivier y llega a decir que si en algún momento la congregación se olvida de ellos prefiere que desaparezca.
Atender las necesidades de las personas es su prioridad. Dar a cada uno lo que necesita implica pararse, escuchar y mirar a los ojos.
Estar atentos a los anhelos y esperanzas de los demás, a sus miedos y a sus carencias nos engrandece a todos porque nos une más allá de lo material que se pueda compartir.
María Rivier nunca negó su ayuda a nadie, porque cuando miras al corazón es difícil volver la cara.
Mt 5, 1-12
Mt 25, 31-46