Orar
Orar es encontrarse con Dios de manera totalmente gratuita, es disfrutar del amor de Dios. Esa experiencia transforma toda nuestra vida.
Orar no es solo hablar con Dios, también es escuchar, es encuentro en intimidad porque el principal propósito de la oración es buscar la voluntad de Dios, es la apertura sincera de tu corazón.
Por estas razones la oración es vital para María Rivier. Es el pilar de su vida, de donde nace su unión con Dios. Ella siente la llamada al desierto, al silencio, a dejar todo a un lado y buscar ese espacio para la intimidad, para el encuentro.
El silencio le enseñó todo, en la soledad encontró su vocación.
Y considera que es lo mejor que nos puede dejar:
“Os dejo en herencia el Espíritu de oración” (María Rivier)
Busca en el silencio, en la calma, y te sorprenderás.
Mt 6, 5-13
Os 2, 16