Gracias
Ser agradecidos sin que pase nada extraordinario, por todo y por nada en especial es saber mirar con el corazón.
Implica disfrutar de cada instante que vivimos; es abrir los ojos, mirar al mundo, al exterior y ser consciente de lo que nos necesitamos. Es ampliar la perspectiva más allá de nuestro momento, de nuestro pequeño universo.
Pararse, contemplar y transcender para comprometerse con el mundo, para sentirnos parte unos de otros. Ser conscientes de cada detalle, de cada gesto y ver en todo a Dios, ver su mano que nos acompaña.
Siempre hay razones para decir GRACIAS desde el corazón.
Col 3, 15-17
Flp 4, 6-9