Fuego
María Rivier siente el fuego del Espíritu por dentro y ese fuego es el que la mueve a hacer cosas impensables, el que alumbra toda su misión.
Ella sabe que una antorcha encendida enciende otras muchas, que solo la vida contagia vida y lo lleva tatuado en su corazón.
Somos luz y nadie enciende una luz para guardarla en un cajón, para ocultarla. Estamos llamados a contar lo que hemos visto y oído a llevar la luz que hemos recibido a todos los corazones.
Y aunque a veces sientas que vives momentos de oscuridad, no tengas miedo y enfrenta esos momentos porque la oscuridad define la luz, no la apaga. Mira la luz de otros, busca referencias y continúa caminando. La luz nos alumbra, nos guía, nos acompaña.
Mt 5, 14-16
Hch 2, 1-11